Hay personas que hacen que las cosas pasen. Son aquellos que tienen como meta existencial, trascender, dejar huella. Seguramente en ese camino tienen sus propios héroes, otros seres humanos que les antecedieron e influyeron en la forma como ven el mundo y sobre todo, en la forma como actúan sobre el mundo.
Quien opta por la trascendencia, lo hace a sabiendas de que tendrá un recorrido más difícil y lleno de obstáculos. Por lo menos hasta que sus sueños se cristalicen, sus ideas son vistas como utopías propias de románticos y quijotes que luchan solos contra el mundo. Por supuesto que me refiero a aquellos que tienen como arsenal el poder de la palabra y la firmeza de sus convicciones; y no a quienes creen que la única vía para construir un mundo mejor sea acudir al uso de las armas, influenciados por ideologías polarizantes y excluyentes.
Claro esta que las utopías de alguna manera son respuesta a las injusticias de cada época. No obstante, esta época que nos ha tocado vivir, -la de los inicios del siglo XXI, la de la transición entre una era industrial a una era postindustrial- requiere una respuesta creativa, innovadora y capaz de proponer alternativas de solución eficaces a los problemas que aun aquejan al mundo. Dos de ellos, la pobreza y la carencia de mejores Seres Humanos.
Pues bien, después de casi tres años de buscar, pensar, repensar, leer, escribir e indagar. Creo que he encontrado el camino y las luces que me guiarán. De modo que esta semana les presento lo que considero son las raíces de lo que vengo proponiendo y de lo que voy a proponer.
Para poder entender la sociedad en que vivimos, sus cambios, sus veloces transformaciones y el impacto que estas tienen sobre las personas y las principales instituciones occidentales; el autor que considero fundamental es Alvin Toffler[1]
Según Toffler, hubo una ‘primera ola’, de una muy larga vigencia histórica, en la que las aplicaciones tecnológicas estaban asociadas al esfuerzo humano, a la fuerza biológica del ser humano, con un predominio de la actividad agrícola. La ‘segunda ola’ alcanzó su apogeo con la revolución industrial, con una duración histórica mucho más corta, en la que el esfuerzo mecánico, el maquinismo, sustituyó al esfuerzo humano, y dio origen a la sociedad de masas. Y, por fin, la ‘tercera ola’, hija de la revolución tecnológica, de la que surge una sociedad regida por los flujos de información y lleva a la concepción de nuevos paradigmas, a una nueva cosmovisión. Los usos tecnológicos favorecen el desarrollo de las extensiones de la mente, por lo que el esfuerzo prevalente, en la nueva etapa, es el que se deriva del conocimiento. El mundo no sólo se transforma en su matriz tecnológica, sino que el cambio conlleva a un cambio psicológico de la sociedad, a una redefinición de las relaciones sociales y, también, de las relaciones de poder.[2]
La tercera ola entonces, demanda la creación de nuevas instituciones, con nuevos paradigmas. Y es precisamente el segundo de mis guías intelectuales quien ha creado una institución típica de tercera ola y con ello ha mostrado una nueva y eficaz manera de luchar contra la pobreza, me refiero a Muhammad Yunus.[3]
Yunus tuvo la clarividencia de dar un nuevo y revolucionario enfoque al tema de la financiación[4], fundador del Banco Grammen y premio Nobel de la Paz, Yunus es el creador de los microcréditos, el innovador programa bancario que proporciona a los pobres –especialmente a las mujeres- pequeños prestamos que les permiten fundar modestas empresas y librar a sus familias de la pobreza. En los últimos treinta años, los microcréditos se han implantado en todos los continentes y han beneficiado a más de cien millones de familias.[5]
Pero Yunus va más allá de los microcréditos y en su libro Un Mundo sin Pobreza lanza la idea de la empresa social, una forma totalmente nueva de emplear el dinamismo y la creatividad de las empresas para abordar problemas sociales, desde la pobreza y la contaminación, hasta la sanidad y la educación. En este libro, Yunus nos explica sus planes para transformar el mundo con miles de empresas sociales, y avanzar hacia un nuevo capitalismo con rostro humano[6]. Claramente, se constituye la empresa social –que nada tiene que ver con la cacareada “responsabilidad social empresarial”, en una institución de tercera ola. He aquí mi segunda raíz intelectual.
Mi tercera raíz intelectual es Miguel De Zubiria Samper.[7] Mas exactamente el que denomino como el De Zubiria de segunda época. Aquel que fue capaz de corregir sus presupuestos básicos y volcar su talento al desarrollo de una teoría de la afectividad humana, “sobre hombros de gigantes” como Howard Gardner, Daniel Goleman, Robert Stemberg y Steve Mithen.
Solamente un hombre que ha trasegado en todas sus dimensiones el concepto de la inteligencia, que le ha dedicado buena parte de su vida a hacer de él, el sentido de su quehacer psíquico y laboral, que ha convertido esta idea en un paradigma de valor ideal de la cultura y que ha intentado que su conceptos rijan un proceso educativo, sólo un hombre así, repito, esta autorizado para decir que la inteligencia es un MITO y que el cociente intelectual es hoy por hoy una peligrosa estratagema de las actuales ciencias psicológicas. Ese hombre es Miguel De Zubiria.[8]
Tantos embarazos en adolescentes, tanta delincuencia juvenil, tanta violencia intrafamiliar, tanta violencia en las escuelas, tanta intolerancia en general, tienen sus bases –entre otras variables- en una falta de desarrollo de competencias afectivas intrapersonales, interpersonales y sociogrupales.
Pues bien, el Maestro De Zubiria, a través de la psicología y la pedagogía afectiva, da un paso adelante en el camino abierto por Gardner con su “Teoría de las inteligencias múltiples” y Goleman[9] con su teoría de la “inteligencia emocional” para hablar del desarrollo de competencias afectivas, donde las emociones son una parte más de una dimensión mas amplia de la mente humana, como lo es su dimensión afectiva, compuesta igualmente por sentimientos, actitudes, principios y valores que también median en las acciones de las personas. De modo pues que, apuntarle al desarrollo de competencias afectivas, es una ambiciosa apuesta en la siempre necesaria formación de mejores Seres Humanos. Tal y como lo requiere una sociedad de tercera ola.
Por ultimo, mi cuarta influencia es Robert Kiyosaki.[10] Él, Además de ser un crítico de la educación industrial, ha visibilizado la necesidad de aprender educación financiera básica. Promoviendo también la importancia de buscar la independencia financiera como una forma de liberarse del yugo de tener que trabajar por dinero y no hacer que el dinero trabaje para uno. Quedando así tiempo para dedicarlo a pensar y diseñar estrategias que contribuyan a la erradicación de la pobreza y la construcción de un mundo mejor. Bajo esta lógica, el trabajo se convierte en una fuente de satisfacción, más que una obligatoria y mal paga actividad para obtener recursos limitados con que subsistir.
De modo pues que Alvin Toffler con su paradigma de la tercera ola. Mohammad Yunus con su promoción de los microcréditos y el emprendimiento social. Miguel De Zubiria con su propuesta del desarrollo de competencias afectivas y Robert Kiyosaki con su misión de elevar el bienestar financiero de la humanidad, se constituyen en la columna vertebral o mas bien, en las raíces de un proyecto que busca convocar a hombres y mujeres que se identifiquen con esta misión y deseen aunar esfuerzos para darle vida a las nuevas instituciones que requiere la sociedad de hoy para responder a las exigencias del mañana.
[1]De Alvin Toffler he estudiado su obra completa, a saber: El Shock del Futuro, La Tercera Ola, El Cambio del Poder, La Creación de una Nueva Civilización (la política de la tercera ola) y La Revolución de la Riqueza.
[2] Alvin Toffler “Perfil biográfico y académico” En http://www.infoamerica.org/teoria/toffler1.htm Para conocer que opina Toffler sobre Colombia recomiendo leer la entrevista de Semana “Colombia esta en el pasado” http://www.semana.com/noticias-enfoque/colombia-esta-pasado/22948.aspx
[3] De Mohammad Yunus he estudiado su caso y los libros donde cuenta la historia del Banco Grammen y su posterior expansión, a saber: El Banquero de los Pobres y Un Mundo sin Pobreza.
[4] Yunus, Mohammad “¿Es posible acabar con la pobreza? Universidad Complutense. En http://books.google.es/books?id=mLEcZlzpmb0C&printsec=frontcover&source=gbs_summary_r&cad=0#PPA5,M1
[5] Yunus, Mohammad “Un Mundo sin Pobreza: Las empresas sociales y el futuro del capitalismo”. Editorial Paidos. España. 2008
[6] Ibid
[7] De Miguel De Zubiria he leído y estudiado su obra de segunda época, a saber: Pedagogía Conceptual: Desarrollos Filosóficos, Pedagógicos y Psicológicos. La serie ABC de Pedagogía Conceptual compuesta por cuatro números que son: 1) Los fines y el método de Pedagogía Conceptual. 2) Formar, no solo educar. 3) Las teorías de Pedagogía Conceptual y 4) Como funciona la mente humana. Como Prevenir la Soledad, la Depresión y el Suicidio en niños y jóvenes. La afectividad Humana. ¿Qué es el amor?. Psicología de la Felicidad. El Mito de la inteligencia. Psicología del Talento y la Creatividad. Mentefactos 1 y la Teoría de las seis lecturas.
[8] Carvajal, Guillermo. Prologo del libro de Miguel De Zubiria “El Mito de la Inteligencia” Serie Psicología y Pedagogía Afectiva 1. Fundación Internacional de Pedagogía Conceptual Alberto Merani. Bogotá. 2006
[9] Daniel Goleman también es uno de mis referentes, no obstante lo considero como una fuente secundaria en la medida en que De Zubiria plantea una teoría que es una solida continuación de sus planteamientos que beben a su vez de Gardner. Sin embargo, también he estudiado parte de su obra, a saber: La inteligencia emocional. La inteligencia social. La inteligencia emocional en la empresa. El espíritu creativo
[10] Robert Kiyosaki ha sido influenciado a su vez por Alvin Toffler, Howard Gardner y Daniel Goleman. De él he leído y estudiado los siguientes libros: Si desea ser rico y feliz ¿No vaya a la escuela?. Padre Rico Padre Pobre. El Cuadrante del flujo de dinero. La guía para invertir. Antes de renunciar a tu empleo. Niño rico, niño listo. Retírate Joven y rico. El juego del dinero. La escuela de negocios. Historias de éxito. Padre rico, padre pobre para jóvenes.