LIBERTAD AFECTIVA

RELATO LIBERTAD AFECTIVA

Mi causa es la Libertad Afectiva.

Por ella lucho todos los días de mi vida.

A esta causa he consagrado mi vida.

Mi misión dentro de esta causa es trabajar en pro del Desarrollo Afectivo de las personas.

Sé que a mayor Desarrollo Afectivo, mayor Libertad Afectiva.

Yo quiero ser libre afectivamente, no dependiente sino interdependiente.

Estoy convencido que la Libertad Afectiva es la que me libera para aprehender a amar de verdad.

La Libertad Afectiva es el punto de partida de la felicidad.

Es el máximo logro de la adultez.

Si soy libre afectivamente, soy feliz.

Por eso, entre más ayude a otros a liberarse afectivamente, más libre afectivamente seré yo.

Surge este relato luego de una nutritiva conversación con mi maestro Miguel y su hijo Juan Sebastián, en un encuentro de libertarios, el tema central:

Las libertades humanas.

Pero como existen tantos tipos de libertad, yo estoy enfocado en una:

La Libertad Afectiva.

Esta libertad, para mí, un simple mortal, es la más importante libertad de la vida.

Muy por encima, de la tan publicitada “libertad financiera”, que muchas veces no trae soluciones sino más problemas.

Empezando por su angustiosa y obsesiva búsqueda.

Estoy convencido que con Libertad Afectiva todo lo demás llega por añadidura.

¿Habrá algún  ser humano que no desee ser libre afectivamente?

¿Habrá alguno que no quiera dejar de sufrir y empezar más bien a fluir?

El sufrimiento está en la dependencia.

Por eso vale la pena luchar por la independencia para poder establecer vínculos de interdependencia.

Por eso vale la pena luchar por conquistar la Libertad Afectiva, probablemente, el mayor logro de la vida.

Ser dueño de tu amor, pero ya no para pedirlo, ni mucho menos mendigarlo, sino para compartirlo y estar dispuesto a recibirlo.

Creo yo que esta es la Libertad Afectiva.

¿Y tú qué crees?