CARTAS A NUESTRO MAESTRO MIGUEL DE ZUBIRÍA (# 3)
EL PROPÓSITO DE LA COMUNIDAD FORMATIVA EL TALLER
Estimado Maestro Miguel:
La carta anterior tenía como finalidad mostrarle el ideograma que representa nuestro Sistema de Trabajo, el cual, como ya usted lo sabe, nosotros denominamos COMUNIDAD FORMATIVA EL TALLER. Estas cartas tienen como objetivo exponerle a usted y a nuestros futuros Aprehendices los detalles de este nuevo modelo de organización que hemos creado.
Nos dirigimos a usted porque lo consideramos nuestro Maestro y Mentor. Porque es nuestra manera de agradecerle su positiva influencia en nuestras vidas a través de la Psicología Afectiva y la Pedagogía Conceptual; hijas intelectuales suyas que han afectado nuestra forma de sentir, pensar y actuar.
En su anterior carta nos preguntaba usted: ¿Qué es lo esencial de la COMUNIDAD FORMATIVA EL TALLER? Pues bien, mediante esta carta le queremos dar respuesta a su pregunta.
Desde nuestra perspectiva, lo esencial de la COMUNIDAD FORMATIVA EL TALLER es su Propósito.
Como claramente lo planteamos en el ideograma que le enviamos, sostenemos que el Propósito de la COMUNIDAD FORMATIVA EL TALLER es satisfacer las Necesidades Vitales de Comunidad, Estructura y Significado de sus miembros.
¿Por qué estas tres necesidades? Porque escuchamos su mensaje. Como Formadores Afectivos una de nuestras tareas es combatir las tres mayores epidemias psicológicas de nuestro tiempo: la soledad, la depresión y el suicidio. Epidemias que no solo atacan a niños y jóvenes; el derrumbamiento de la sociedad industrial y sus instituciones de sostén, están dejando vulnerables también a adultos y a personas mayores.
¿Cómo combatimos la soledad? Proporcionándole al individuo un sentido de Comunidad. Dándole la posibilidad de tener interacciones afectivas sanas. Usted mismo nos enseña en uno de sus libros[1] que “con mucha frecuencia las mayores alegrías de la vida ocurren al interactuar con otras personas o grupos. En consecuencia, una persona solitaria o con pocos lazos afectivos carece del apoyo necesario al enfrentar situaciones dolorosas y tiene pocos disfrutes cotidianos sin interlocutores con quienes conversar, pasear, jugar… Pierde por lado y lado, además de volverse vulnerable ante las adversidades.” De hecho, usted mismo considera que “la interacción con las otras personas es la necesidad primaria de la existencia. Por encima de alimentarse o beber líquidos”.
Estamos de acuerdo con usted maestro, “mientras haya compañía hay vida y, así mismo, oportunidades de conseguir alimentos o bebidas, si no, no hay nada”. Gracias a usted comprendimos que el sentido de Comunidad es una Necesidad Vital Biológica. No en vano, el termino Necesidad es definido como “todo aquello a lo cual es imposible sustraerse, fallar o resistir. O como un estado en que ciertamente se perderá la vida si no se sale de él. Incluso se emplea para referirse a las cosas de las que no se puede prescindir”[2]. Note inclusive maestro que el término Vital se define como “de suma importancia o trascendencia y que esta dotado de gran energía o impulso para actuar o vivir”.[3]
Es un hecho, maestro, necesitamos del otro y de los otros. Nuestra humanidad no se puede mantener ni cultivar en un vacio social. Las personas necesitamos a otras personas; de ahí que nos reunamos en grupos.[4] Por eso tiene razón Toffler cuando señala que toda sociedad debe engendrar un sentimiento de comunidad. La comunidad excluye la soledad. Da a la gente una sensación vitalmente necesaria de pertenencia.[5] Los seres humanos necesitan contextos compartidos en los que acoplarse y entremezclarse.[6] Hasta el mismo José Antonio Marina lo confirma: “todos necesitamos estar amparados por una cálida red social”.[7]
De manera maestro que si el sentido de Comunidad es una Necesidad Vital, satisfacerla no es una moda propia de un “cambio de épocas, de olas o de revoluciones” como señalaba usted en la carta anterior que nos envió. En la cual, dijo algo que compartimos plenamente: “el ser humano es el mismo, al menos el de los últimos 50.000 mil años”. Tiempos en los que los seres humanos vivían en grupos reducidos, denominados “tribus dialécticas” porque todos sus componentes se conocían por su nombre de pila. Vale la pena recordar que a lo largo de sus vidas, de treinta o, como mucho, cuarenta años de duración, casi todos los cazadores y recolectores primitivos llegaban a conocer por su nombre a entre 25 y 200 personas.[8] ¿A cuántas personas conocemos en “la actual sociedad tecnológica”? Si acaso, nos sabemos los nombres de nuestros vecinos.
Como bien usted lo sabe maestro, carecer de Vínculos Afectivos lleva al aislamiento. Dice usted que al apartarse del mundo, la persona pierde una de sus mayores fuentes de satisfacción: las interacciones interpersonales. Lo cual, contribuye a que la persona haga el transito lento al siguiente eslabón: la Depresión.
Estar deprimido según el psicólogo Aaron Beck –citado por usted mismo[9]– significa estar mal:
- Con lo que se hace (no enfrentar activamente las dificultades, ser frágil)
- Con los otros (estar solo)
- Consigo mismo (núcleo depresivo)
Maestro, estas tres características reflejan la insatisfacción de una Necesidad Vital Psicológica: la Estructura.
Sobre el particular, es muy sugestiva la múltiple acepción del termino Estructura, preguntándole al diccionario encontramos que significa distribución, orden y enlacede las partes de un todo. También disposición ordenada de elementos de sustentación, unidos entre si y anclados al suelo, para soportar un conjunto determinado de cargas en una posición preestablecida, de obras e ingeniería, como puentes, edificios, muros de contención, presas, torres de transmisión. Asimismo, es la disposición que muestran los materiales geológicos que han estado sometidos a esfuerzos tectónicos. Y por ultimo, un conjunto de formas en que grupos e individuos se organizan y relacionan entre si y con los distintos ámbitos de una sociedad.[10]
Desde el punto de vista psicológico estas definiciones de Estructura tienen mucho sentido: “orden y enlacede las partes de un todo” (personalidad compleja). “Disposición ordenada de elementos de sustentación, unidos entre si y anclados al suelo, para soportar un conjunto determinado de cargas. Disposición que muestran los materiales geológicos que han estado sometidos a esfuerzos tectónicos” (resiliencia para afrontar las adversidades de la vida). “Formas en que grupos e individuos se organizan y relacionan entre si y con los distintos ámbitos de una sociedad” (interacción interpersonal y sociogrupal).
En otras palabras, una personalidad compleja y resiliente es una personalidad con una solida Estructura Vital. Una personalidad que sabe interactuar consigo mismo, con el otro y con los grupos.
La Estructura Vital entonces maestro no es otra cosa que, en parte, tener lo que usted denomina como “Competencias Intrapersonales” y nosotros en nuestro sistema denominamos como Habilidades Afectivas.
Sobre el particular, permítanos le recordamos (y de paso compartimos con nuestros lectores) lo que usted nos enseñó en su libro “cómo prevenir la soledad, la depresión y el suicidio en niños y jóvenes”. Allí usted plantea que la causa primordial de depresión es carecer de COMPETENCIAS INTRAPERSONALES, desconocer que quiere cada uno para si mismo (autodesconocimiento), devaluar las capacidades personales que se poseen para lograr las metas propias (autodesvaloración) y no saber persistir en proyectos a mediano y largo plazo (autodesadministración).
Dice usted que las inhabilidades intrapersonales generan conductas automáticas que constituyen el núcleo depresivo: estar mal consigo mismo, asociado con el desconocimiento personal, es decir no saber que se quiere y tener escasos intereses; no valorarse (por tanto tener una autoestima pobre) al desconocer las propias cualidades y los defectos; y renunciar fácilmente a todo empeño, no ser disciplinado, no planear ni comprometerse y, por tanto, ser incapaz de lograr las metas propuestas. La depresión es el indicativo más preciso de que –la persona– no aprendió a dirigir su propia existencia, por falta ya sea de enseñanza o de tutores.
Razón tiene usted maestro, es imposible convivir con un desconocido (autodesconocimiento), que se valora poco (autodevaluación) y sobre quien se tiene poca influencia (deficiente autoadministración). Mucho peor cuando esa persona ¡es uno mismo! En tal caso, la situación se vuelve desoladora y angustiante, hasta el día en que resulta insoportable vivir con uno mismo.[11]
Ahora comprendemos porque Toffler[12] señala que los individuos necesitan una Estructura Vital. Y es que una vida que carezca de estructura comprensible –dice este autor- es un despojo desprovisto de sentido. Como es apenas lógico, la ausencia de estructura engendra derrumbamiento.
Un individuo que adolece de un sentido de Comunidad y carece de una Estructura Vital, es un serio candidato al suicidio porque corre el riesgo de interpretar que su vida carece de Significado, de sentido como diría Viktor Frankl.[13]
Lou Marinoff es muy claro al respecto, en su libro “El ABC de la Felicidad: Aristóteles, Buda y Confucio”, sostiene que “nuestra generación está ante una perdida endémica del sentido y el propósito de la vida. Esta perdida se ha visto acompañada, aunque no resuelta, por los correspondientes aumentos en el consumo masivo de psicoterapia y psicofármacos. También explica la creciente popularidad de los fundamentalismos religiosos.” Estos últimos, “proveedores”, -muchos de ellos espurios- de las Necesidades Vitales de Comunidad, Estructura y Significado.
No es casualidad maestro que hasta una de nuestras influencias comunes –José Antonio Marina– considere que “resulta imprescindible estudiar los modos con que una cultura facilita u obstaculiza la realización de vidas significativas.” De hecho, el mismo Marina considera que el colosal éxito del libro de Viktor Frankl, “El hombre en busca de sentido”, debe tomarse como un dato sociológico relevante.[14]
Ese dato sociológico -como lo llama Marina-, confirma lo dicho por Mourinoff, y es indicador de un hecho: el Significado es una Necesidad Vital Socioantropologica. El mismo Martin Seligman[15] lo ratifica con su noción de “Vida Significativa”, haciendo referencia a que dicha vida consiste en poner las fortalezas personales, las habilidades, las pasiones y las enseñanzas dejadas por las experiencias vitales al servicio de algo que nos trasciende.
Así las cosas, a continuación le contaremos maestro, de que manera satisfacemos nosotros esas Necesidades Vitales previamente señaladas.
En primer lugar, el sentido de Comunidad que le ofrecemos a nuestros Aprehendices parte de la noción de afinidad. Las Microcomunidades que conformamos están integradas por máximo 8 personas que tienen afinidades en roles, afectos y creencias. Madres solteras que comparten el rol de crianza de hijos adolescentes. Profesionales que están construyendo Sistemas de Trabajo Talentoso alrededor de sus oficios. Parejas de jóvenes. Solo por citar unos cuantos ejemplos de las diferentes Microcomunidades que en estos momentos están activas.
Nosotros tenemos Sesiones Formativas con cada Microcomunidad. Acorde con Pedagogía Conceptual, cada sesión tiene una fase afectiva, cognitiva y expresiva. Por medio de sesiones semanales les suministramos las enseñanzas que les ayudan a satisfacer su necesidad de Estructura. Es decir, adquieren Herramientas Afectivas (Emociones, Sentimientos, Actitudes, Valores y Principios) que les permiten practicar las Habilidades Afectivas (Intrapersonales, Interpersonales, Sociogrupales) necesarias para tener un mejor desempeño en sus principales Roles Vitales: Pareja, Crianza y Trabajo.
Dichas enseñanzas son vitales, quiere esto decir que parten de nuestra propia experiencia como pareja, madre, padre y trabajadores. Pero también son conceptuales, les compartimos las principales construcciones teóricas sobre los fenómenos del emparejamiento, la crianza y el trabajo. De igual manera, les suministramos Estructura a partir de nuestros modelos de Parejas Formativas, Crianza Formativa y Trabajadores Talentosos.
En cuanto al Significado, a nuestros Aprehendices les ofrecemos la posibilidad de ingresar formalmente a la COMUNIDAD FORMATIVA EL TALLER y llevar una “vida significativa” trabajando en pro de una Causa: Formar Personas Talentosas en el arte de Vivir, Convivir y Supervivir. En otras palabras, “ganarse la vida” compartiendo lo que van aprendiendo en la Comunidad; orientando y formando a otras personas. Construyendo su propia comunidad, alimentando su tribu. En síntesis, multiplicando la tarea.
Estimado maestro, satisfacer esta tres Necesidades Vitales nos deja tres conclusiones. En primer lugar, uno de los beneficios que obtiene una persona que entra en contacto con nosotros y empieza a experimentar un sentido de Comunidad, es que tiene la posibilidad de establecer vínculos, construir nexos afectivos. Lo cual se constituye en una efectiva Vacuna Psicológica contra la soledad y todo lo que ella acarrea; infelicidad y Malestar Afectivo. Bien lo sabe usted maestro que múltiples estudios han demostrado que las personas son felices si tienen suficientes vínculos afectivos y de buena calidad. Señala usted mismo que la importancia de los lazos con las personas radica básicamente en dos factores: el miedo a estar solos y la alegría de tener con quienes compartir momentos gratos de la existencia, ya sean compañeros, colegas, amigos o pareja. Cuantos más vínculos mejor, es un asunto tanto de calidad como de cantidad.[16]
En segundo lugar, una persona que ingresa a la COMUNIDAD FORMATIVA EL TALLER aprehende a dirigir su propia existencia. Desarrolla una Estructura Vital que como usted bien sabe[17] le permite:
- Autoconocerse: saber quien es, de dónde viene y, en especial, descifrar qué quiere.
- Autovalorarse: reconocer las propias cualidades, los defectos, y los puntos en donde apenas se es aceptable.
- Autoadministrarse: saber administrar sus más valiosos y escasos recursos (atención y tiempo) para imponerse retos y cumplirlos.
Ya sabemos cual es resultado maestro, ¿no? Quien sabe quién es, qué quiere, y además se valora con objetividad, sin esperar ni más ni menos, sabe imponerse retos y los cumple con voluntad y fortaleza, es alguien preparado para vivir, magníficamente equipado para llevar a buen puerto su nave.[18]
Estamos de acuerdo con usted maestro, cualquier anomalía en alguna de estas Habilidades Afectivas trae serias consecuencias. Las tres son los mecanismos con los que las personas orientan y dirigen su vida: el timonel existencial. Sin timonel que dirija el barco, cualquier leve frustración, postración o pérdida hace naufragar la embarcación, la deprime. Peor aun, lleva a la persona a decepcionarse de si mismo.[19] Y a estas alturas estamos en capacidad de comprender lo que ocurre cuando una persona se decepciona de si mismo: el fantasma del suicidio empieza a merodear por su existencia.
Y en tercer lugar, la dinámica propia de la COMUNIDAD FORMATIVA EL TALLER lleva a que el individuo le halle Significado a su vida. El mayor beneficio de esto es que las personas que trabajen con nosotros en la Comunidad, tendrán la oportunidad de experimentar las deliciosas satisfacciones y emociones positivas propias de aquellos que son conscientes de su valiosa contribución como Ciudadanos a la construcción de una Sociedad Formativa, entendida ésta –en palabras de José Antonio Marina– como una “Sociedad que aumente el bienestar de cada individuo, amplíe sus posibilidades vitales y defienda su dignidad”[20]
En síntesis, una persona que entra en contacto con la COMUNIDAD FORMATIVA EL TALLER tiene la posibilidad de aumentar sus Recursos Personales: psicológicos, conceptuales y materiales. Los recursos psicológicos son los Vínculos Afectivos que puede cultivar al interior de la Comunidad. Los recursos conceptuales son los conocimientos que adquiere para aprehender a vivir, convivir y supervivir. Y los recursos materiales, es el dinero que le permite resolver con tranquilidad “el asunto existencial”. Configurándose de esta manera un círculo virtuoso existencial: más y mejores vínculos que le proporcionan más y mejores conocimientos que le representan más y mejores oportunidades de generar más y mejores ingresos económicos.
Todo lo anterior maestro, es lo esencial de la COMUNIDAD FORMATIVA EL TALLER.
Somos una Comunidad Formativa maestro. Decidimos llamarla El Taller porque es una metáfora que representa nuestra praxis artesana. Una praxis en la que “el trabajo puede ser algo bueno en sí mismo, y no sólo un medio de vida. En una época en que se ha puesto de moda crear una dicotomía casi automática entre trabajo y vida.”[21] Fíjese que el termino Comunidad hace referencia -de acuerdo con el diccionario- a la cualidad de común, de lo que, no siendo privativamente, pertenece o se extiende a varios. Y a un tipo de organización social cuyos miembros se unen para participar en objetivos comunes y en la que el interés del individuo se identifica con los intereses del conjunto.[22]
Esto somos nosotros.
Con inmenso afecto y admiración hacia el que consideramos el mejor y más influyente psicólogo y pedagogo colombiano de su generación.
Luz Adriana y Andrés
Formadores Afectivos