PSICÓLOGO # 235122
Hoy estoy muy contento porque por fin me uni al Colegio Colombiano de Psicólogos. Cuando terminé mi carrera en el 2004 no existía esto de la Tarjeta Profesional. Me tomó 18 meses escribir mi trabajo de grado y por eso recibí mi Título de Psicólogo el 22 de Septiembre de 2006. Días antes (el 6 de septiembre) había sido expedida la Ley 1090 que reglamentó la profesión y con ello marcó el nacimiento de este gremio llamado Colpsic.
Desde entonces, me dediqué al ejercicio de mi profesión y nunca sentí interés por acercarme a esta institución. En aquel tiempo era un psicólogo muy rebelde y reacio a la construcción gremial. Diría más bien que tenía un conflicto con las figuras de autoridad, y por eso me negaba a dar ese paso. Tuvieron que pasar quince años para sentir el deseo de agremiarme y está semana tomé la decisión de hacerlo.
Pagué los $318.000 pesos el pasado 31 de agosto y estaba mentalizado para esperar los 30 días hábiles del trámite. Para mi sorpresa, el día de ayer 2 de septiembre, me llegó la resolución. Ahora soy oficialmente el Psicólogo #235122.
El mes de septiembre es un mes especial para mí. Naci en éste mes (1980), me gradué (2006) y ahora me agremié (2021). El 9 es un número que me gusta mucho, lo relaciono con una cualidad autotelica que es esencial en el gremio de la Psicología, me refiero al liderazgo.
Vivimos tiempos de caos social y la psicología está llamada a asumir un papel de liderazgo. Nuestros psicólogos mayores dieron un paso gigante al lograr el reconocimiento estatal de la profesión. La ley 1090 es un avance importantantisimo. A veces me lamento de haberme tomado tanto tiempo en reconocerlo.
Pero nunca es tarde. Aquellos años de rebeldía sin causa han quedado atrás. Ahora que ya veo en el horizonte los 50 años, y ya con 17 años de carrera encima, me he propuesto contribuir con mi experiencia, conocimientos y pasión al crecimiento de esta profesión.
¿Cuál es el reto de nuestra generación?
Algo en mi corazón me dice que los psicólogos de hoy tenemos el desafío de posicionar socialmente nuestra valiosa profesión. En la mente de la sociedad de este tiempo aún no se comprende los alcances y el impacto positivo de la psicología en la calidad de vida de la población. Son todavía muchos los prejuicios, mitos y estigmas que ensombrecen nuestra labor, la gente del común cree que la psicología solo es para los «locos» y enfermos mentales, en general se ignora toda la cantidad de herramientas conceptuales y recursos prácticos con los que cuenta está ciencia para ayudar a las personas a construir una vida mejor, con mayor bienestar y sentido.
Hay que hacer mucha pedagogía de la Psicología. Intuitivamente a eso es lo que me he dedicado en mi carrera, a hacer pedagogía; en colegios, comunidades, redes sociales y hasta en Transmilenio estuve sembrando semillas de conocimiento de este poderosa ciencia.
Un día, nuestros psicólogos mayores imaginaron el COLPSIC. Mi mentor Miguel De Zubiria fue uno de esos soñadores de una institución que hoy en día es toda una realidad. Y aunque no son pocas las críticas que recibe, yo soy un agradecido con este logro gremial porque nos permite soñar en el siguiente paso. ¿Cuál será?
Desde hace un tiempo vengo pensando en una auténtica utopía. Es una idea tan poderosa que hasta me llevó a tomar la decisión de agremiarme y me sorprende mucho que ahora esté plasmando estás palabras para sembrarla y empezar a cultivarla. Sueño con la creación de un MINISTERIO DE PSICOLOGÍA. Me imagino la existencia de secretarias departamentales y municipales de psicología. Atendiendo los malestares psicológicos y emocionales de la población, pero sobre todo, psicoeducando para el bienestar a toda la ciudadanía.
Ya se que un sueño como éstos, para muchos no es más que una quimera. Pero se necesita de las quimeras para echar a andar. Son la chispa que enciende el entusiasmo para iniciar el caminar. Si nuestros psicólogos mayores pudieron lograrlo, nosotros también podemos hacerlo. Así es como ha avanzado la humanidad, paso a paso y sobre hombros de gigantes.
Siempre hay que tener presente que más que el resultado, lo que importa es en quien nos convertimos durante el proceso. Además los psicólogos de hoy tenemos algo que no tuvieron nuestros psicólogos mayores: Internet y por supuesto, un Colegio de Psicólogos.
Estoy muy feliz de entrar a ser parte de esta institución. Una gran plataforma para el crecimiento y florecimiento en nuestra profesión.
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Diario de Un Psicólogo Positivo
Día 23
Fortaleza: Liderazgo
Emoción: Inspiración
ANDRÉS PAZ 